Caía un sol de justicia y no eran las 5 de la tarde de una
Feria de Abril precisamente. Terminábamos de montar las alpacas una encima de
otra, metíamos geranios en sus macetas , colocábamos jaulas con gallinas, sillas sevillanas, jarras y centros de flores en su lugar cuándo sin darnos cuenta
cayó la tarde, no una tarde de toros, si no la celebración del enlace entre
Guadalupe y Luis en la Plaza de Toros de Don Benito.
Plaza de Toros de Don Benito |
Entre barras de gin tonics, maestros cortadores, los cuales fueron
los únicos que tuvieron el valor de sacar la espada en ese ruedo, y varios
puestos de quesos extremeños se desarrolló
el aperitivo del banquete de boda en un lugar único e irrepetible en la Vega Alta del
Guadiana.
Una boda muy torera y una novia muy especial, cada detalle
fue organizado desde la sencillez que la caracteriza. Una cena con ensalada de bogavante sobre manzana glaseada y su infusión e ibérico de bellota al foie,
como era de esperar en esta tierra.
Un posterior pasodoble nos hizo recordar donde estábamos. Mientras, un buffet de gominolas y tartas nos hizo enloquecer lo justo y necesario para
seguir disfrutando de unos gin tonics maridados por nuestros bar-man durante
toda la larga barra libre.